Masonería en tiempos de TikTok: ¿puede sobrevivir lo simbólico?
Vivimos en la era del scroll infinito, de los vídeos de 15 segundos, de las emociones rápidas y los mensajes simples. La cultura digital actual premia la inmediatez, lo visual, lo breve. ¿Puede, en este contexto, seguir teniendo sentido una tradición como la masonería, que se basa en lo simbólico, lo ritual, lo profundo y lo lento?
La pregunta no es retórica. Para muchas personas jóvenes, el acceso al conocimiento pasa por plataformas como TikTok, YouTube o Instagram, donde la estética manda y el tiempo de atención es escaso. En este entorno, la masonería —con sus símbolos antiguos, sus reuniones discretas y su lenguaje cargado de metáforas— parece, a primera vista, fuera de lugar.
Y, sin embargo, lo simbólico no ha muerto. Está en los emojis que usamos para decir lo que no queremos poner con palabras. Está en los memes, que condensan ideas complejas en imágenes simples. Está en las narrativas visuales de las redes sociales, que siguen construyendo mitos, arquetipos y significados, como siempre ha hecho la humanidad.
Lo que ha cambiado es el canal, no la necesidad de símbolos.
¿Qué puede ofrecer la masonería en este nuevo mundo?
Mucho, si sabe adaptarse. La masonería no necesita renunciar a su esencia, pero sí puede comunicarla de forma diferente:
Explicar símbolos masónicos con lenguaje actual, cercano y comprensible.
Crear contenido que invite a la reflexión, en lugar de limitarse a lo institucional.
Dar voz a masones y masonas jóvenes que hablen desde su experiencia personal.
Mostrar que la búsqueda de sentido, de comunidad y de mejora personal sigue viva, también entre quienes nacieron con Internet bajo el brazo.
¿Y cómo mantener la profundidad sin perder alcance?
Este es el gran reto. No se trata de convertir la masonería en un espectáculo de redes. Se trata de encontrar el equilibrio entre preservar lo valioso y conectar con lo nuevo. Como cualquier camino iniciático, el masónico no puede resumirse en una story. Pero puede empezar con una story.
A veces, una chispa visual o una frase breve puede despertar la curiosidad que luego lleva a una búsqueda más profunda.
El símbolo como puente, no como barrera
La masonería es rica en símbolos. Pero si esos símbolos se quedan en lo críptico o en lo reservado, pierden su poder. Un símbolo es valioso cuando habla a quien lo ve. Y hoy, quien lo ve está en TikTok, en Instagram, en YouTube. Está buscando referentes, identidad, conexión. Está buscando sentido.
Si los masones y las masonas de hoy son capaces de escuchar ese pulso, y responder sin miedo, el símbolo no solo sobrevivirá: volverá a brillar.